junio 09, 2006

En los últimos 10 años (que incluyen una parte de mi soltería), sólo recuerdo haber tenido un gran vicio, mi (ahora) ex-auto.

Una máquina formidable de 8 cilindros, capaz de hacer brincar la adrenalina a quien osara alimentar su gran apetito. Un ex-compañero del cual aprendí, a golpes, algunas cosas que no podemos dejar de lado en la vida.

A pesar de que pareciera que ya no tengo vicios, luego de vender mi auto, en las últimas semanas, y después de casi dos años, he ido cuajando lo que considero mi siguiente gran vicio: la fotografía.

Gracias a los consejos de Vanguardist, he ido acumulando información acerca de cámaras, películas, buenas prácticas etc. Soy consciente de aún tengo un largo camino por recorrer, pero no me siento amilanado, si no que me siento confiado en poder llegar a expresar mi visión de las cosas a través de este arte (lo cual no quiere decir que yo llegue a ser un artista).

Hace dos semanas, me atreví por fin a pedirle a mamá la cámara que era de papá, una Canon Canonet QL17, que he leído era considerada "the poor man's leica", algo que me ha tomado por sorpresa y que me ha demostrado, una vez más, cuán ciegos podemos estar ante lo evidente.

Ayer por fin llevé a reparar la cámara de papá, y en una semana compraré un par de rollos en blanco y negro para empezar a tomar algunas fotos.

Debo confesar que en Photosig, he visto algunas fotos que me gustaría imitar, después de todo, el ser humano aprende todo por imitación, desde pequeño.

Luego de tomar algunas fotos "de iniciación", pretendo tomar un curso de fotografía, para luego comparar "el antes y el después" y quizás reirme de mi mismo, y por qué no, criticarme de manera constructiva, porque no hay mejor forma de progresar que no sea viendo tus errores y corrigiéndolos.

En DeRemate hay un par de cámaras que he estado siguiendo con algún afán, una Pentax K1000 y otra Praktica, las cuales he ido investigando (sin dejar de lado las rusas Zenit y las fieles Canon), y tengo que confesar que me sentía más atraido por la Praktica (por su ascendencia alemana) que por la Pentax (de ascendencia japonesa, pero esta versión está hecha en china).

Aprovechando que fui a dejar la cámara de papá para su mantenimiento, le pedi un consejo al Sr. Clemente Higa (Av. Larco 1150, 2do piso, para los interesados). Quien no sólo me explicó por qué algunas cámaras son malas o qué marca debería preferir, si no que me demostró lo mucho que sabe de las cámaras y de la historia detrás de cada una de éstas, también me mostró su excepticismo en por qué preferir un obturador electrónico sobre uno mecánico.

No puedo negar que fue una muy agradable charla, y que si bien gracias a un vendedor de DeRemate pude dar con él, confío en que no será la primera ni la última cámara que le lleve para que reciba sus servicios.

Creo que esto es una muy buena señal para este "nuevo" inicio.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es un vicio mucho menos peligroso (o adrenalínico) ;), Suerte!!

11:00 a.m.  

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