junio 05, 2004

La esperanza es lo último que se pierde.

Ayer encontré a un viejo amigo, Rolando Camacho, quien tiene un Triumph deportivo parecido (en tamaño y formas) al Toyota MR2, y en un rápido intercambio de experiencias (in)gratas en lo que respecta a nuestros autos, pues me comentó que ha encontrado un taller en la Victoria, donde según me dijo, le han afinado el carro "como debe ser".

Así pues, me he animado a cambiar de mecánico para mi hijo de 8 cilindros, y el lunes o martes voy a entrevistarme con el susodicho mecánico para ver si puedo o no entregarle mi "tico", dependiendo obviamente de los márgenes de precio que podamos conversar.

Yo ya no tengo el poder adquisitivo de un soltero, y por ello tengo que conversar bien el tema, aunque la primera oposición (mi esposa), está de acuerdo (hasta ahora) en que lleve el auto a ese mecánico.

Bueno, veremos como salen las conversaciones y si todo sale bien, dentro de poco tendré un auto 100% operativo y tal cual me gusta, espero que con algún desembolso moderado de mi billetera.

Me tengo que ir al trabajo en unos minutos, porque hoy me toca supervisar algunos cambios en servidores Alpha.

KIT.