Hoy tuve que ir a Miraflores a dejar un encargo para Mr. Higa, y al regresar a casa, tenía dos opciones, ir por toda la av. Angamos hasta el paradero de la Volvo, o ir por Javier Prado hasta Ceres.
Por la proximidad, escogí ir por la av. Angamos y entonces entré, una vez más, en el juego que hacen los cobradores para evitar tener un pasajero sentado todo el viaje.
La cosa es así, en la av. Angamos hay varias líneas, dos de las cuales van por la av. Encalada (en Monterrico), una tiene la letra "A" y se supone que llega hasta la Universidad de Lima
(por la puerta del Jockey Plaza), mientras que la letra "B" llega hasta el paradero de la Volvo, pasando por la av. La Molina, Constructores, Mayorazgo, etc.
Como el pasaje oficialmente cuesta 1.2 soles, a los cobradores no les conviene llenar la combi con gente que va hasta la Volvo, porque habría poca ganancia, entonces lo que hacen es quitar la letra "B" de la vista, y simplemente dicen "llego hasta el puente primavera", y si uno dice "voy hasta la Volvo" simplemente dicen que no van y quieren que te bajes.
Creo que cai en ese juego algo de 3 veces, luego me puse a ver qué líneas son las que llegaban hasta la Volvo, y bueno, la cosa es simple, si en la parte superior de la combi dice "ATE - CALLAO", por más que no tenga la "B" visible, llega hasta la Volvo.
Una vez me quisieron hacer bajar, y me quisieron obligar a bajar en la Vía expresa con Angamos porque yo sabía que ellos iban a Volvo y lo negaban, entonces simplemente dije "voy hasta donde llegues" y no me pudieron decir que no, así que llegando al puente Primavera, simplemente tenía que completar los 1.5 soles para ir a la Volvo y listo.
En el camino se queda mucha gente que luego tiene que esperar hasta tarde para encontrar un carro que, por lo avanzado de la hora, quiera llenarse a como dé lugar, sin importar si van a la Volvo o no.
Yo creí que esto era una exclusividad de los carros que van por la av. Angamos, pero una vez que tuve que ir por la av. Canadá, y esperé a la línea 17 (que va hasta el trebol, pasa a la Javier Prado y sigue hasta el Ovalo de Santa Anita), que me hizo la misma jugada... a la segunda que pasó, me subí sin decir a dónde iba (y llegué sin problemas a mi destino).
En fin, las estrategias para maximizar el uso de los asientos o espacios disponibles en la combi, cada vez se vuelven más "astutas" o quizás debería simplemente decir que cada vez los cobradores son más pendexos.
Me pregunto si la indecopi aceptaría algún tipo de denuncia de esta clase de hechos... quizás pronto me anime a averiguarlo.
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Nestor
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